EL CENTRO DE FORMACION MONARCAS TULTEPEC FELICITA A EDGAR VALERIO PAULIN ,,, POR LOGRAR PERTENECER A LAS FUERZAS BASICAS DE MORELIA FELICIDADES CAMPEON, ESTE ES EL COMIENZO DE TU CARRERA .

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lunes, 26 de abril de 2010

CARTA DE UN NIÑO FUTBOLISTA

A medida que crecía, me movía más atrevido. Con frecuencia me aventuraba mas lejos de mi casa para echarme un vistazo y llamarme, su voz se oía cada vez más lejana. Yo andaba en el otro extremo de la calle, entregado de lleno a mis primeros partidos de fútbol (cascarita), jugando con una pelota de trapo con amigos mas o menos de mi edad. Es necesario decir que mis amigos no me dejaban participar en las cascaritas; decían que aún era pequeño para jugar fútbol; y a decir verdad, parecía más pequeño en medio de mis compañeros que rebasaban ya los diez años de edad. A veces me reunía con un grupo de niños de mi edad y nos enfrentábamos a los mayores, y no salían bien librados a pesar de su tamaño.

Cuando les quitábamos el balón, nos poníamos a pasarlo entre nosotros y no se lo prestábamos ni un momento, fintábamos, burlábamos y les descomponíamos no solo en el juego sino el ánimo; a veces perdían la paciencia y nos respondían con maldiciones y empujones. Finalmente decidí crear mi propio equipo, esta proposición fue bien recibida con entusiasmo por mis amigos, cuando una breve reunión decidimos hacer una pelota con unas medias y trapos usados. Una vez que teníamos balón, nos apresuramos a los marcos de las porterías y señalamos los límites del campo; el tiempo de duración del partido, sería cuando nuestras madres nos llamaran a casa.

Esta tarde siempre, se conserva en mi memoria; la pelota de trapo, que era nuestra, el campo era nuestro, el tiempo era nuestro ¡ Todo era nuestro!; todos teníamos el derecho de dirigir, todos éramos capitanes del equipo, todos éramos árbitros y el juego se realizaba en medio de una verdadera algarabía. Pasando el tiempo decidimos crear un verdadero equipo, el cual le pusimos “siete de septiembre” en honor a nuestra calle.

Así llegamos a ser un equipo callejero de los que existen en casi todas las calles de nuestra ciudad; en nuestras filas empezaron a destacar compañeros con grandes habilidades futbolísticas; ahí fue donde me pusieron el nombre de “Pele”.

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